Comentario traido de yahoo de: Macha Licenciada en mitologias
Hola soy Bruja, NO hechicera y las diferencias son estas.
La Bruja Los Brujos NO dañamos nunca a nadie..
Mira:
No soy mala. Decirle a la gente o que la gente me pregunte si soy bruja “buena” implica que hay brujas malas. Hay gente mala en el mundo, y hay gente que decide trabajar con las fuerzas de la naturaleza de alguna manera que lastime a alguien o a algo; a esa gente NO se les considera Brujos. La ley principal de un brujo es “sin lastimar a nada ni a nadie, haz tu voluntad”.
Los hechiceros son los que trabajan con las fuerzas de la Naturaleza de manera que hacen daño a alguien, son dos conceptos ,muy diferentes pero los brujos NO podemos dañar a nadie en realidad.
Tambien el hechicero era el traidor que vendia a las Brujas en la epoca de la inquisicion mira:
Warlock: El vocablo inglés Warlock (Hechicero) no designa al brujo masculino: Warlock es una palabra escocesa que significa “Traidor” o “Rompedor de Juramentos”, y es ofensivo para el Brujo o Wiccan.
Bruja o Brujo: De acuerdo con Robin Skelton, Bruja/o se deriva del flamenco Brugge y significa “Puente”, es decir, un puente entre los mundos de la materia y el espíritu. Por otra parte, en Tesoro de la Lengua Castellana de Sebastián de Covarrubias (1611), se reproduce a su vez la tesis de un licenciado Poza, quien estudió en aquella época la lengua y la población de España: Bruxa y Bruxo, según Poza, derivan de la palabra bruex, que en lengua septentrional significa hermano y hermandad, “aludiendo a la que tienen entre sí unos con otros estos perdidos, y ciertas señales por donde se conocen, aunque nunca se hayan hablado ni visto”. De allí que Félix Llaugé, el muy publicitado y comercializado Mago Félix, diga con poco característica asertividad acerca de la Brujería que “en su verdadero sentido, este último término indica por antonomasia una idea colectiva, una reunión, una comunión doctrinal”.
Antes que los conservadores y derechistas pongan grito en el cielo debido a que esto les suena a Masonería, recordemos: la Bruxería de que habla Poza era una religión perseguida, clandestina (como lo demuestra el que incluso este cronista les llame “perdidos”), y como tal, sus devotos hicieron lo mismo que han hecho quienes defienden una causa en similares circunstancias; cuando fueron objeto de similar persecución por parte de Roma, los primeros Cristianos se identificaban entre sí por medio de ciertos signos, por ejemplo el famoso signo del pez. Esta comparación no pretende establecer nada sino que los seres humanos recurren a métodos similares en circunstancias similares; también quiero puntualizar que no es el mismo caso de la Masonería, ejemplo de que también es posible recurrir a métodos parecidos por motivos diferentes; con esto tampoco pretendo expresar un juicio acerca de la Masonería (si hago tantas aclaraciones es porque ya he visto lo fácil que es ser malinterpretado en la red), salvo que sencillamente se trata de cosas distintas.
Mucho de lo que dije de Wicca se aplica a la Brujería. Primero, descartemos a los Santeros y Curanderos que con tanta frecuencia suelen denominarse Brujos en Latinoamérica; de nuevo, en este caso, no pretendo emitir un juicio, sino dejar en claro que se trata de acepciones distintas de una misma palabra. Aquí hablo de la Brujería como la Vieja Religión de raíces europeas; la Santería es una religión muy distinta, de raíces africanas, con un sincretismo de elementos Cristianos e indígenas americanos; y el Curanderismo es una práctica de orígenes netamente prehispánicos, también con su dosis de sincretismo.
La Brujería tampoco es Satanismo, por dos razones: Satán o el Diablo es inadmisible en las creencias Brujeriles, y un Brujo jamás va a practicar magia “negra” (odio, muerte, etc.) en contra de alguien más con fines egoístas.
La Brujería ve a la existencia como una dualidad, una polaridad: positivo/negativo, masculino/femenino, luz/obscuridad. Pero esto no es lo mismo que Dios/Diablo o bien/mal; la polaridad en las creencias Brujeriles y Paganas es de complementos, no de opuestos. El Brujo no cree en la existencia de una personificación del Mal, tal como el Diablo Cristiano; lo que no significa que rechacemos el concepto del mal. La ética Brujeril es sólida, se basa en la responsabilidad del individuo y en que todos enfrentaremos las consecuencias de nuestros actos. Como dice el lema de los detectives televisivos, “el que la hace, la paga”. Y puesto que la Brujería es una religión Pagana, estamos obligados a respetar la Vida en todas sus manifestaciones, así como la integridad física, emocional y espiritual de todos los seres humanos. El mal no es sino la ausencia de bien: cuando una persona carece de parámetros éticos, el egoísmo le llevará a actuar a costa de los demás; pero el Brujo defiende el equilibrio y la justicia, y jamás abusará o atacará a inocentes.
Esa Dualidad de que hablaba se manifiesta por encima de todo como los aspectos masculino y femenino de la Divinidad; como consecuencia, en la vieja religion.
Mitologa Y Bruja.